Radioaficionados Sin Fronteras

Cuando me informaron en la Agencia Española de Cooperación Internacional que el proyecto "antenas y comunicación de Camerún 98" no nos lo concedían, RSF no se hundió, sacamos fuerzas de flaqueza y empezamos a gestionar los materiales del proyecto, mejorando cuantitativamente el proyecto final. No podíamos dejar incomunicados en medio de la región selvática del noroeste de Camerún a los centros de salud de San Juan de Dios en Batibo ni a las misioneras Siervas de María de los enfermos de Widikum.

Tampoco podíamos dejar dos ambulancias incomunicadas con sus respectivos centros de salud, ni a los tres puestos de salud de Koano, Mbengok y Olorunti; éstos se encuentran en plena selva y para llegar a ellos los habitantes de la zona tienen que recorrer caminando muchas horas y a veces días.

Desde aquí nos levantamos cada cooperante en nuestros respectivos QTH el viernes día 9 de octubre; hasta el domingo día 11, hora de nuestra llegada a Batibo las 20.30, sólo conseguimos dormir 3 horas la noche del sábado al domingo, pues el domingo a las 4 de la madrugada nos teníamos que levantar para llegar a Batibo de día. Esto no pudo ser así debido a las carreteras y lluvias en la zona. La noche del viernes 9 la pasamos en el aeropuerto de Madrid/Barajas entre 39 maletas y enormes paquetes, solucionando los problemas de aduana de salida de los pesados 400 kilos de material que teníamos que embarcar.

A nuestra llegaba a Douala y al pie de la escalerilla del avión, nos esperaba nuestro gran amigo José (TJ1GS), y nada más pasar el edificio de el aeropuerto también estaban a nuestra espera sor Fuencisla y François, el presidente de la recién fundada Asociación de Radioaficionados del Camerún, junto al ingeniero del Ministerio de Telecomunicaciones, nuestro amigo Acho. Gracias al buen conocimiento de todos estos amigos la aduana se pasó directamente, firmando el jefe general de aduanas del aeropuerto la documentación de entrada de todos los materiales recién llegados, así como el documento de salida de nuestros equipos, los cuales tenían que volver a España.

El trabajo en grupo de RSF se centró en instalar 7 emisoras de VHF con sus respectivas antenas, mástiles, material de anclaje y placas solares. Dos de las emisoras se instalaron en los coches todo-terreno Toyota que hacen la función de ambulancia. También se reparó la antena direccional y se dejó instalado un dipolo G5RV a José García Sierra, hermano de San Juan de Dios en Batibo (TJ1GS).

En el centro de salud de Widikum se instaló una antena direccional A3S y otro dipolo G5RV. Una vez instalados y cuando pusimos el equipo (TS44OS) de las monjas a funcionar, éste dijo que no funcionaba; estábamos a 23 kilómetros de Batibo (en coche si todo va bien se puede hacer la ida y vuelta en tres horas), pero si hay alguien atascado en los "caminos de barrizal" se puede tardar lo infinito. Entre los cooperantes que fuimos a montar las antenas a esta misión decidimos que el equipo donado que habíamos traído para la expedición y que posteriormente volvería con nosotros a España para ser instalado al padre Antonio Sizucla Naranjo (TZ6ASN), se lo entregásemos a las misioneras de Widikum, acto seguido se envío al chofer a buscar el equipo a Batibo, tardó tres horas y media en regresar con el flamante TS50... y por fin conectados con el mundo, salimos en 14.128 la rueda diaria de RSF desde Widikum, y desde España nos echaron muchas manos para poder dejar el equipo funcionando en frecuencias adicionales, ya que por no cargar más peso no nos llevamos los manuales técnicos del equipo. Las frecuencias habituales entre congregaciones en África son por debajo de la banda de 40 metros.